En julio de 1931, con asistencia del entonces presidente provisional de la Nación, general Uriburu, se inauguró en Rosario, detrás de la estación Rosario Norte, del F.C.C.A, , el primer elevador terminal de la República, que daría salida a la red de elevadores levantados por las cooperativas agrarias de gran cantidad de localidades de las provincias de Santa Fe y Córdoba. El gran esfuerzo de miles de agricultores que se independizaban de lo que se consideraban entonces las grandes empresas internacionales exportadoras de granos les permitiría a los chacareros acrecentar el fruto legítimo de su trabajo .
Lamentablemente, años más tarde las cooperativas fueron despojadas de esas instalaciones y un nuevo monopolio –el estatal- se apoderó de esas instalaciones.
Muchos avatares se sucedieron con el tiempo. Si bien ese primitivo elevador no volvió a las manos de sus dueños originales, más de cuarenta años después la Asociación de Cooperativas Agrarias y la Federación de Cooperativas volvieron a poseer instalaciones portuarias en varios puertos, desde los cuales hoy con grandes y modernos edificios exportan millones de toneladas de granos.
A setenta y siete años de la fecha en que comenzó en la Argentina el hecho que marcó un jalón en la historia de la principal riqueza nacional, ha cesado por imperio de decisiones de la autoridad municipal, la explotación del primer elevador terminal cooperativo de granos. Ese hito debe quedar marcado en el lugar como un homenaje permanente y condigno, que honre la importancia del acto original. Pienso que las cooperativas agrarias deben estar presentes allí.
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